Comenzaron las campañas electorales y con ello, las campañas sucias, un momento mágico-cómico-musical de nuestro país, donde los partidos políticos se dedican más a sacar los trapitos sucios de la competencia, en lugar de propuestas reales.
Tal parece que ahora la víctima fue Sergio Rivera Figueroa, candidato independiente a diputado federal de Ciudad Juárez, Chihuahua, por el distrito 03, quien protagoniza un triste video en donde hace el ridículo.
La historia, según los testigos que hicieron llegar este video al Diario de Chihuahua, fue así: Una tarde llegó un borrachito a un taller mecánico pidiendo usar el baño. Al principio se lo negaron pero finalmente accedieron y lo dejaron pasar. Cuando salió, este curioso personaje comenzó a exigirle a los trabajadores del lugar que le entregaran su vehículo. Aunque este tipo había llegado a pie, comenzó a necear con aquello de que le entregaran su auto imaginario y no escuchaba a quienes le explicaban su error:
“Cuál carro, compa, llegaste a pie”.
Y no sólo eso, sino que el borrachito se puso bien loco, comenzó a mentar madres e incluso retaba a un trabajador del taller a golpes. Sin embargo, nuestro héroe con sus copitas de más tenía la agilidad de un oso panda y terminó en el suelo.
“Quiere su carro! ¡Dice que aquí está su carro!”
… comentaban divertidas las personas que grababan el video, quienes en su momento no sabían quien era ese sujeto, hasta que llegó una mujer a recogerlo y se refería a él como “licenciado”. El ebrio resultó ser ni más ni menos que Sergio Rivera Figueroa, aspirante a legislador.
Nos recordó a este panda:
Mientras el video comienza a viralizarse poco a poco en las redes sociales, Rivera Figueroa aceptó ser quien aparece en las imágenes y haber estado bajo los influjos del alcohol, aunque asegura que su panchazo sucedió hace cinco años, mientras realizaba la diligencia de un juicio.
Sobrio, hasta parece buena persona:
Curiosamente el video sale a la luz justo ahora que estamos en tiempos electorales. Seguramente habrá más videos así, por lo que nos esperan muchas horas de pena ajena diversión.
