¿De los errores se aprende o se aprende a la fuerza? Srdjan Obradovic es un árbitro serbio que vivirá una pausa obligada en su carrera, provocada por una equivocación en 2018 al marcar un penal inexistente.
El 13 de mayo de 2018, el Spartak Subotica y el Radnicki se enfrentaron en la penúltima jornada de la Liga de Serbia. El ganador iba a ascender al tercer lugar de la tabla y, en consecuencia, subía a puestos europeos, que clasifican a Champions League.
La escuadra de Subotica ganó 2-0 y la prensa local calificó de escandaloso el resultado, pues Srdjan Obradovic señaló un penal que no era. Ante esta situación, la policía intervino y tomó la declaración del silbante.
Las sospechas rondaron alrededor de amaño de partido. Sin embargo, el caso quedó inconcluso hasta las últimas semanas, en las que se dictó sentencia al también ex futbolista.
Agencias de Serbia reportaron que la Sala de Lucha contra la Corrupción del Alto Tribunal de Novi Sad, le dio a Obradovic 15 meses en la cárcel por cometer un acto criminal y abusar de su posición. Además, pasará los próximos 10 años inhabilitado de sus funciones como árbitro.
La jugada que mandó al árbitro a prisión
La acción que condenó a Srdjan Obradovic se presentó al minuto 77 del partido ya mencionado. Al revisar el video, no se aprecia ninguna falta en el área del Radnicki y ahí despertaron las sospechas de amaño.
En otros países y federaciones se habían presentado casos similares. No obstante, las sanciones más fuertes suelen darse en el tema de inhabilitaciones y este caso superó lo deportivo por la posibilidad de haber pactado ayudado al equipo ganador.
