Los Mesoneros: una gran banda que estrena patria y disco

Es difícil imaginar la escena musical en Venezuela. Más allá de la crisis política y económica que enfrenta el país, aceptémoslo… conocemos muy pocas propuestas musicales fuera de México, Estados Unidos y Europa. A partir de este año nos hemos dado a la tarea de descubrir y mostrarles los sonidos que colorean a nuestro continente. Más aún sonidos hechos en español.

Hoy queremos presentarles a una banda que inmediatamente captó nuestra atención: Los Mesoneros. Son originarios de Caracas, Venezuela, ahora radicados en la Ciudad de México. Conformada por Luis Jiménez, Juanchi Sucre, Andrés Belloso, Carlos Sardi y Andrés Sucre, se mudaron acá para la realización de su segundo disco, Caiga la noche. Aunque realmente la mayor parte de su carrera se desarrolló en Venezuela.

Están influenciados por bandas como The National, Simón Díaz, Gustavo Cerati, Café Tacuba y The Police. También disfrutan de la música de Anderson Paak, Whitney, Soft Hair y Public Access TV. En su segundo material podrán escuchar un poco (casi reminiscencias) de bolero, y en entrevistas mencionan que esto quizá se deba a la influencia de Natalia Lafourcade y su homenaje a Agustín Lara, Mujer Divina.

Encontrarán de todo en las letras: sensualidad, amor, algunas con carga social y política inspiradas en la crisis que vive Venezuela. Muchos teclados, sintetizadores y beats, que créanlo o no, escasean en su país de origen. Ws un disco muy esperanzador, que oscila entre la obscuridad-sensualidad e introspección. Y así suena:

Este disco es una coproducción de Los Mesoneros y Carlos Imperatori, bajo la tutela de Héctor Castillo, que ha trabajado con Natalia Lafourcade, Phillip Glass, Gustavo Cerati y David Bowie.

Caiga la noche, merece una oportunidad. Encontrarán una muy bella mezcla de sonidos (muy bien producidos). Rock y pop lleno de calma entrecruzado con momentos épicos. Y sí, también está lleno de añoranza: añoranza de una banda que dejó su país (por todas las razones imaginables) para probar suerte en tierras mexicanas, en donde dicen, los han recibido muy bien.