El diario Bild, uno de los más populares en Alemania, dio a conocer una historia que nos hizo pasar por varios estados de ánimo y quizá a ustedes también les provoque lo mismo.
Allá por 2004, un joven futbolista alemán de origen turco fue convocado a la selección sub16 de su país. Su gran rendimiento en las fuerzas básicas del Hertha de Berlín y del Bayer Leverkusen lo llevaron a ser considerado en el equipo nacional e inclusive compartió cancha con grandes jugadores de ahora como Jerome Boateng o Sami Khedira.
Ese fue Burak Karan. Tuvo todo para vivir bien del futbol; sin embargo, allá por el año 2008 decidió ponerle fin a su carrera dentro de las cancha. Conmovido por la situación que se vivía en Siria, decidió hacer algo para ayudar a aquella zona que para el año 2011 vio como estalló la guerra.
De acuerdo con su último entrenador, Thomas Hengen, “pudo vivir bien del futbol”. Pero a los 20 años, decidió que la fama y el dinero que le podrían llegar a raíz del futbol, ya no significaban nada para él. Según su hermano, Mustafá Karan, Burak se vio consternado por la compleja situación que se vivía en la frontera turco-siria, por lo que decidió hacer algo.
Burak Karan es el antepenúltimo de la fila de arriba
Ya retirado precozmente del futbol, Burak Karan recogió fondos y envió medicamentos a los rebeldes. Pero como algunos paquetes no llegaban, decidió partir con su mujer e hijo hacia la frontera turco-siria para organizar la distribución, aunque “no quería luchar”. Sin embargo, la hermana de ambos, Zuhal, afirmó al semanario alemán Focus que Burak “sólo hablaba de la Yihad y otras locuras guerreras”.
Con 26 años, Burak se fue a Siria -con su esposa e hijo- para convertirse al Islam y ayudar en la lucha contra las fuerzas del presidente Bachar al-Assad. No obstante, el 11 de octubre de 2013, este exfutbolista fue encontrado sin vida en la ciudad de Azaz, esto de acuerdo con el mismo tabloide Bild.
Una de esas historias en donde un ser humano defiende sus ideales y busca ayudar a los demás, a pesar de tener la posibilidad de vivir mejor y tener prácticamente todo lo que quiera.