En esta ocasión, el primer día de la semana coincidió con el cuarto de actividades del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). Conforme avanza el evento, hay más cosas que ver.
Seguimos con nuestra cobertura de este festival, que el lunes 4 de marzo inició a las 9:00 de la mañana, con la proyección de “Las mariposas de Sadourní”, filme argentino que compite en la sección de Largometraje Iberoamericano de Ficción y que cuenta la historia de Sadourní, quien después de haber pasado diez años en la cárcel, tiene la opción de salir y regresar diariamente para reintegrarse a la sociedad. El protagonista debe conseguir un trabajo para probar que realmente quiere enderezar su camino, el problema es que es un enano y dicha condición le hace difícil el conseguir un empleo normal.
Sadourní tiene que recurrir a trabajos poco ortodoxos para cumplir su cometido, al mismo tiempo conoce a una mujer con la que tiene una especie de amistad y se obsesiona con un método médico poco ortodoxo con el que podría adquirir una estatura normal.
La película posee una gran fotografía, que la convierte en una fuerte propuesta visual cuyas imágenes hacen alusión al cine surrealista. El único pero que se le puede poner es que a veces se siente un poco pesada y algunas de sus partes no se entienden.
Terminado la función de “Las mariposas de Saudorní”, su director, Dario Nardi, y su productor, Donald K. Ranvaud, visitaron las instalaciones de Expo Guadalajara para hablar sobre su filme y lo complicado que fue realizarlo, ya que al poco tiempo de comenzar con el rodaje, éste se detuvo por falta de presupuesto y pasaron exactamente diez años para retomar el proyecto. Se trató de un proceso demasiado precario, en el que siempre se buscó salir adelante y gracias a dicho esfuerzo todo salió bien.
Un día después de la Gala/Premier de “Ciudadano Buelna”, su director, Felipe Cazals, llegó acompañado por parte de su elenco: Marimar Vega, Sebastián Zurita, Armando Hernández, Andrés Montiel e Iván Arana. La película cuenta la historia verdadera de Rafael Buelna, un revolucionario al que jugó un papel muy importante en la historia de México y al que no se le ha dado el reconocimiento que realmente se merece.
Ya en conferencia de prensa, se habló del rodaje de “Ciudadano Buelna”, de la dedicación que el director puso en cada personaje y en cada escena, de la oportunidad que se le dio al talento joven en este filme y de su protagonista, un hombre aferrado a sus ideales al que todo el mundo intentaba parar.
Aprovechando que se encontraba rodeado por jóvenes, Cazaals dijo: Los jóvenes son los que cambian la historia, les sobran razones para hacerlo, no sé cuándo lo harán, pero las cosas en México no están como deben. También mencionó que a 100 años de la Revolución Mexicana, 30 millones de mexicanos siguen sin comer dos veces al día. Para concluir, el director expresó lo mucho que representa para él, estar en el FICG debido a que estuvo en su primera versión.
Al terminar la conferencia, Marimar Vega y Sebastián Zurita nos dijeron un par de cosas sobre lo que les dejó participar en “Ciudadano Buelna”. Primero, la guapa actriz mencionó que para ella fue una experiencia maravillosa porque siempre había querido trabajar con Cazals y hacer una película de época. Ella sólo tiene palabras de agradecimiento para el director, con el que ha aprendido mucho.
En el caso de Zurita (quien interpreta al personaje principal), está convencido de haber tenido mucha suerte por recibir esta oportunidad, estando de la mano de uno de los grandes directores del país y compartir escena con actores experimentados como Damián Alcázar, Bruno Bichir y Jorge Zárate. El joven actor está feliz de haber sido parte de la cinta y espera que sea un parteaguas en su carrera para que lleguen muchas cosas más. También fue una experiencia enriquecedora, ya que tuvo que leer mucho y tomar clases militares, de equitación, de baile y de acento.
El lunes fue un día en el que no fue posible ver tantas películas, lo cual se debió a que las conferencias y entrevistas no paraban. La siguiente rueda de prensa tuvo como protagonista al director español Pablo Berger, cuyo nombre, recientemente, se ha convertido en uno de los más reconocidos de la cinematografía iberoamericana gracias a “Blancanieves”, ganadora de 10 Premios Goya y fuerte candidata a llevarse el reconocimiento como largometraje de ficción en Guadalajara.
Berger comenzó diciendo que para él ha sido una experiencia enriquecedora el trabajar con Daniel Jiménez Cacho y que el actor mexicano era el único que podía hacer el papel del torero Antonio Villalta en “Blancanieves”. Aclaró que el título se debe a que la película se basa en el cuento original que posteriormente fue apropiado por los Hermanos Grimm, además de que se le nombró así con la intención de llamar la atención del espectador.
En palabras del director, su filme utiliza códigos del cine mudo, pero es para el público actual, y es un homenaje para el cine mudo europeo.
En una nueva charla con los medios de comunicación presentes, el director Alejandro Martín Arias habló de su rockumental “Jessico, una historia de rock en tiempos convulsos”, el cual forma parte de la programación del ciclo especial Son de Cine y narra lo sucedido durante los procesos de grabación de Jessico y Carolo, discos de Babasónicos.
Martín Arias destacó la importancia de Jessico después de diez años de haber salido, es un álbum crucial en la carrera de la banda argentina, pues fue el que los llevó a conseguir cosas más grandes.
Alrededor de las 15:30 horas comenzó la función de “Walker”, cortometraje dirigido por Eero Heinonen (integrante del grupo finlandés The Rasmus), quien también fue uno de los curadores de Son de Cine. Narra el viaje de un joven originario de Finlandia, por Nepal y la India, y los cambios que se dan en su vida con esta experiencia.
El corto se terminó y su director hizo acto de presencia para platicar acerca de su experiencia al hacerlo, lo que le dejó y las razones por las que lo hizo. Un amigo me habló del festival de Guadalajara y me sugirió que les mandara mi documental, dijo el también músico sobre cómo fue que llegó al FICG. Se dio cuenta que podía hacer cine hace unos años, cuando se puso a capturar con una cámara lo que sucedía en el estudio de grabación durante las sesiones de uno de los discos de su grupo.
Acerca de su curaduría para Son de Cine, Eero confesó haber elegido películas que a él le gustan mucho y que, en su opinión, deben de ser vistas en la pantalla grande.
El siguiente filme en exhibirse fue “Inercia”, que busca llevarse el Premio Mezcal y muestra el reencuentro accidental de Lucía y Felipe, quienes alguna vez fueron novios. Él se encuentra delicado de salud y ella termina cuidándolo en el hospital durante algunos días, con lo que se cierra un capítulo que permanecía pendiente en las vidas de ambos.
Al mismo tiempo que se realizaban las diferentes proyecciones y las ruedas de prensa, cinéfilos, periodistas, directores, productores, actores y hasta mariachis, se paseaban por Expo Guadalajara. Todos se paseaban por el lugar y al voltear era fácil encontrarse con rostros conocidos.
El día llegó a su fin con la Gala de “La última palabra”, la película más reciente del cineasta sueco Jan Troell, uno de los homenajeados de este año en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.